Febrero 21. Lecciones para aprender Las mujeres que nos amamos demasiado sabemos que hay una lección para aprender en cada relación que elegimos. A veces, la lección es el aprender a soltar a alguien que no nos elige. Otras, aprender a perdonar. Otras, aprender a poner límites. Otras, obligarnos a reconocer que un hombre que ama verdaderamente a una mujer que se ame demasiado, hará TODO lo correcto y lo legal, para estar con ella. Algunas relaciones fomentan nuestra consciencia y nuestra capacidad de elegir. A veces nos descubrimos aprendiendo las lecciones más importantes de la gente que menos esperábamos que nos las enseñara. Las relaciones que inconscientemente elegimos pueden enseñarnos a amarnos tanto a nosotras mismas… porque quizá aprendamos que, para ser amadas, necesitamos aprender a amarnos. A veces no estamos seguras de qué lección estamos aprendiendo, especialmente cuando estamos en medio del dolor. Pero podemos confiar en que la lección, ahí está. Que incluso como escribo en "El último e-mail a mi ex pareja" (puedes escucharlo aquí: https://open.spotify.com/track/2NYBrZfBgCeQ3VPzbVGAWL) hoy sabemos también que cuando aprendemos de un error, no es error, sino lección. Y no nos queda más que agradecerles a todas esas relaciones disfuncionales por haber sido nuestras mayores lecciones. ¡Gracias a todas esas ex parejas nuestras por haber sido grandes maestros (de lo que no volveremos a permitir) en nuestra vida! Frase de hoy para escribir en tu diario después de las 4 frases sobre tus coeficientes: "Hoy estaré agradecida por todas mis relaciones. Me abriré a las lecciones que tengo para aprender por parte de cada persona en mi vida.". 365 reflexiones para las mujeres que SE aman demasiado Gabriela Torres de Moroso Bussetti® --------------------------------------------------------------- ¡CONFIRMADO! Taller terapéutico del perdón ¡9 horas que cambiarán tu vida! Imparte Gabriela Torres de Moroso Bussetti y su staff Sáb. 24 Febrero 2018 de 10 a 19 horas Valor: $1,500.00 con un 10% de descuento como muestra de agradecimiento ante su hospitalidad al recibirlo al mostrar este mensaje en su dispositivo. ¡APROVECHA!! ¡¡¡ SÓLO QUEDAN DOS LUGARES!!! Gabriela Torres de Moroso Bussetti Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta La información contenida en este correo electrónico es confidencial y para uso exclusivo de la(s) persona(s) a quien(es) va dirigida. Esta prohibido difundir la información aqui contenida si la ha recibido por error, y le suplicamos notificar inmediatamente al remitente. El Centro de Educación Emocional y Servicios Psicológicos VivirLibre.org (CVL) y/o su staff, no garantizan la integridad del presente correo electrónico o archivos adjuntos, ni que el mismo este libre de interferencias o virus, por lo que su lectura, recepción y retransmisión será responsabilidad de quien lo haga. Todos los datos personales que sean recibidos por el CVL o cualquiera de sus staffs, serán protegidos en términos de lo que establece nuestro Aviso de Privacidad, el cual, se encuentra disponible en la pagina web http://www.vivirlibre.org/aviso_privacidad.html, con total apego a lo que indica la Ley Federal de Proteccion de Datos Personales en Posesión de los Particulares. | ||
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¿Por qué hay hombres capaces de escupir, golpear, e insultar a sus novias, amantes o esposas? ¿Por qué hay hombres que creen que golpear a una mujer es signo de masculinidad? ¿Por qué existen hombres que engañan, se burlan y victimizan a sus parejas? ¿Por qué habrá tantos hombres que odian a nuestro género? Porque hay quienes se los permiten. Sólo por ello. Y lo peor, una mujer que tiene como pareja un hombre violento, no sólo lo tiene porque así lo permite, sino porque además así cree merecerlo. Y ojo, no se trata de si eres buena o mala, holgazana o muy limpia y ordenada, esposa, amante o prostituta, se trata de ELEGIR como pareja a quien te valora y te respeta, a quien te ama o no. Quedarte al lado de quien no te ama, es odiarte a ti misma. Si te amas demasiado te unes a quien bien te ame de igual forma. Si no es así, no nos engañemos, no has aprendido a amarte (ni a amar a otro, por supuesto) y lo mejor es darse cuenta y actuar en consecuencia. Por algo te llamó la atenc...
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