Soltar.
Podemos
avanzar en nuestra vida y en nuestra educación emocional, incluso a pesar de
que alguien a quien amamos no esté aún decidido a aprender a amar de manera
inteligente. Podemos soltar nuestra necesitada de controlar y decir “Gracias”.
Imagina un puente. En
un lado del puente todo está frío y oscuro. Ahí estuvimos con nosotros en el
frío y la oscuridad, inmersos en infancias dolorosas... Y entonces, como
mecanismo de supervivencia desarrollamos una relación disfuncional con nosotros
mismas para lidiar con ese dolor. Algunas elegimos beber, fumar o usar la
comida como nuestra droga. Algunas más perdimos el control sobre nuestra
conducta sexual o nos concentramos obsesivamente en el dolor de otras personas
para distraernos de nuestro propio dolor interno. Algunas más nos obsesionamos
con la limpieza, como tratando de limpiar nuestro interior. Muchas hicimos un
poco de todo: desarrollamos una conducta controladora y compulsiva y nos
distrajimos concentrándonos en los otros.
No sabíamos que podíamos
elegir. Pensábamos que estábamos atrapadas y sin opción alguna.
Luego, algunas tuvimos
suerte. Tuvimos una amiga, un conocido o un familiar que nos ayudó a encontrar a
la psicoterapeuta, el lugar, el grupo, el taller terapéutico o el libro correcto.
Y por primera vez, nuestros
ojos se abrieron. Nos dimos cuenta. Fuimos conscientes. Podíamos elegir. ¿Por qué hasta ahora? Simplemente, porque era el
momento correcto. Vimos la luz.
Tratamos de convencer
a la gente que nos rodeaba en el otro lado de que existían los principios y los
valores basados en estos. Que podíamos elegir y estar en un lugar existencial mejor,
pero no quisieron escucharnos. No estaban listos para elegir ser responsables
de sus vidas.
Y elegimos seguir
caminando, porque elegimos creer por primera vez en nosotras mismas y porque las
personas que estaban “del otro lado” nos animaban a seguir adelante. Cuanto más
nos acercábamos al otro lado, más podíamos ver y sentir que lo que se nos había
prometido era verdad. Somos lo que son nuestras elecciones.
El otro lado era un
sitio mejor.
Sin embargo ahora hay
un puente entre nosotros y los que se quedaron del otro lado. A veces podemos
sentir la tentación de volvernos y traerlos con nosotras, pero aplicamos el
5to. Paso de nuestros grupos terapéuticos y elegimos dejar de controlar a otros
para elegir controlarnos nosotras mismas.
Hoy lo sabemos: No podemos controlar sino solo de nuestra piel
hacia adentro. Sabemos que soltar, no es sinónimo de “Adiós”. Es sinónimo de “¡Gracias!”.
Frase de hoy para
escribir en tu diario después de las 4 frases sobre tus coeficientes:
“Hoy entiendo que la frontera de mis cambios, es mi propia piel y que sólo
puedo cambiar, de mi piel hacia adentro.”.
365 reflexiones para
las mujeres que SE aman demasiado
Gabriela Torres de
Moroso Bussetti®
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Grupos terapéuticos CODEPENDENCIA
EMOCIONAL “Aprendiendo a amarME”
¿Quién dirige estos grupos? Ya sea
grupo presencial o en la modalidad online son dirigidos por la psicóloga
clínica Gabriela Torres de Moroso Bussetti, autora de los libros “Las mujeres
que SE aman demasiado", "Aprendiendo a vivir libre",
"Divorcio emocional" y “365 reflexiones para las mujeres que SE aman
demasiado”.
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