Ir al contenido principal

Uno se casa, con lo que tiene en casa


Alguna vez escuché a una paciente decir esto en un grupo psicoterapéutico de los varios que atiendo semanalmente:
“Realmente necesito que me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace, ¡siento como que me muero!”.
Y sabes, en mi consulta privada escucho cosas así con frecuencia. Pero aplicando principio de verdad: Sí. Es cierto. Sientes como que te mueres, pero no te mueres.
Por favor. ¿Qué hombre sano, considerado y educado emocionalmente quiere una mujer así? Claro. Un hombre abusivo. Un hombre como el que ninguna mujer que se ame demasiado a ella misma elegiría.
Un hombre desconsiderado, mal agradecido y muy probablemente hijo de una mujer ignorante emocional, sin autoestima que nunca aprendió a amarse demasiado a ella misma y que ha sido violentada emocional y quizá físicamente por la pareja –o que no la tuvo nunca– que haya sido además un hijo tirano que abuse y ejerza control sobre mujeres –empezando quizá por su propia madre– que no lo tienen sobre ellas mismas. Ellos, al igual que nosotros, buscan inconscientemente lo conocido. Porque es un principio terapéutico: “Uno se casa, con lo que tiene en casa”.
Pero las mujeres que nos amamos demasiado elegimos no pasarnos la vida cediendo el poder de nuestro bienestar físico o emocional a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones. No si queremos ser felices.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hoy, conferencia GRATUITA "Cuando el amor es control, ¡no es amor!"

El primer eslabón

Una mujer que se ama demasiado elige rememorar las veces que le hicieron daño de niña y aprender a perdonar a esas personas, pues entiende que el no perdonarles es como tomar un veneno, esperando que mate a quienes la dañaron. Aplicando el principio de verdad sabemos que en realidad eso no ocurre. Cuando uno no perdona, quien se daña es uno mismo. Sí. Por más que nos haya dañado una persona, el odio y el rencor en nuestro corazón sólo nos dañan a nosotras mismas, y como mujeres inteligentes emocionalmente que somos, elegimos la respuesta correcta (y no sólo dañarnos bien) ante el estímulo. Puedes elegir odiar. Odiar a tu padre por abandonar a tu madre y quizá también a tus hermanos y a ti, cuando fuiste niña. Eso está bien. Es lo justo, por haberlos abandonado. Odiarlo está bien. Lo merece. Pero haciendo consciente lo inconsciente, como una mujer que está aprendiendo a amarse auténtica y verdaderamente a ella misma, ahora eres consiente ya, a esta altura del partido, de que tu in...

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA VIDA DE LAS PERSONAS QUE SE AMAN DEMASIADO CUARTO PRINCIPIO

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA VIDA DE LAS PERSONAS QUE SE AMAN DEMASIADO  CUARTO PRINCIPIO Las mujeres que se aman demasiado viven basando sus elecciones en principios y en valores basados en ellos. Libro "Las mujeres que SE AMAN demasiado" Escrito por Gabriela Torres de Moroso Bussetti México 2015.