Ir al contenido principal

Marzo 26 Vivir Libre

Marzo 26

Vivir Libre

 

Acéptalo: Si para ti también amar es sinónimo de sufrir, necesitas aprender a vivir libre.

 

El verdadero inicio de aprender a vivir libre es cuando nos damos cuenta de que la relación está peor de lo que hemos creído durante mucho tiempo, cuando la negación se termina.

 

Quizá mucho después de que el cuento de hadas termina. Cuando el verdadero duelo por ese ser que hemos sido comienza.  Cuando a ese duelo se une el duelo evadido de todas nuestras relaciones de pareja pasadas. Y es por eso por lo que el dolor es tan intenso. Pero es ese precisamente el primer paso para aprender a vivir libre.

 

Puedo decir que este periodo dura entre 6 meses y dos años. Aunque cada uno avanza en el camino a su propio ritmo y de acuerdo las herramientas emocionales con las que cuenta. Lo más recomendable para andar por esta primera parte del camino para quien esto escribe es utilizar la sabiduría de la tortuga: "caminar sin prisa, pero sin pausa".  Entendiendo que el camino más largo no es aquel que mide más, sino aquel en el que nos detenemos.

 

Pero como siempre digo en mis conferencias (https://www.gabrielatorres.mx/conferencias),  toda pérdida es un cambio y pasar del terreno de lo que "era" a lo que "es" requiere un duelo.  Y tener una relación disfuncional que lleve a la pérdida de la relación implica como todo duelo, mucho dolor. Porque todos los duelos duelen.  Y el duelo por una pareja duele mucho más que otros duelos en la vida.

 

Pero ¿por qué el duelo es necesario para aprender a vivir libre?

 

Pues porque si eres esclavo de tus duelos no vividos no podrás vivir libre. Todo cambio requiere un duelo, y nadie o casi nadie sabemos cómo afrontar los cambios pues casi siempre las rupturas de pareja nos toman por sorpresa debido a la negación que aplicamos como mecanismo defensivo desde tiempo antes, cuando las cosas empiezan a ir mal y fingimos que nada pasa.  Y cuando el rompimiento es inevitable, nos sume en un profundo dolor del que parece que no saldremos nunca.

 

Y aunque la palabra duelo es regularmente asociada a una muerte física es importante aclarar que también cuando la pérdida es emocional también debe (o debería) hacerse un duelo. Sólo que no lo hacemos. Y la pérdida no consiste sólo en la relación con la pareja, son muchas más. La casa, las amistades, dinero, relaciones familiares, los recuerdos y el proyecto de vida sólo por nombrar algunas.  Y sería bueno empezar el camino reconociendo todas estas pérdidas.  Reconociendo todo el desequilibrio que esto nos genera. Y muchas veces, estas pérdidas también se refieren a la pérdida de la identidad propia. De la autoestima, del autoconcepto.

Porque después de terminar con una relación amorosa muchos nos sentimos realmente perdidos. Sin saber quiénes somos. Y es aquí cuando debemos empezar el camino.

 

Entender que debemos empezar a dejar de ser "la novia de" o "la pareja de" o "el esposo de". Y queremos dejar de sentirnos así, agotados, insomnes, con ganas de hablarle y pedirle que regrese y al mismo tiempo no desear verle nunca más, perdemos el apetito, tenemos falta de concentración, o comemos mucho, siempre estamos tristes, enojados, inconexos con nosotros mismos, sin hambre o con mucha hambre, sin poder dormir o siempre con sueño, como perdidos. Y todo esto es el duelo del cuerpo. Sí. Nuestro cuerpo sabio que nos indica el camino a seguir y a quien no escuchamos, sumidos en nuestra negación y profundo dolor. Y nuestro cerebro intentando defenderse a veces hasta nos lleva a pensar que estamos perdiendo también la cordura… sí. Nos embarga el dolor. Este es el inicio del camino. Reconocer y admitir esto podría ayudarte a salir de esta primera etapa del camino. Crisis. Que pueden ayudarte a crecer.

 

Pareciera que el dolor de reconocer que hemos evadido el dolor del rompimiento de todas nuestras relaciones pasadas nos rebasa. Que tenemos dolor guardado desde la infancia que no hemos procesado. Desde esos patrones disfuncionales que heredamos de nuestros padres. Porque sí. Se acabó. Puede ser que aún no de manera definitiva, pero se acabó. Al menos esta etapa de la relación con él o con ella está acabada. Están distanciados, quizá pensando en el divorcio, viviendo a solas cada uno por su parte. Y nos damos cuenta con mucho miedo que, sin él o ella, no sabemos quiénes somos.

 

Fragmento del libro

"Vivir Libre (Aprendiendo a no depender)"

Escrito por Gabriela Torres de Moroso Bussetti

Grupo Editorial Éxodo

ISBN 978-607-8543-09-1

https://www.elsotano.com/libro-vivir-libre-aprendiendo-a-no-depender-10520819  

 

 
     
Gabriela Torres de Moroso Bussetti
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta
 Fijo: 01(55) 5658-5808/5544-8409
 Celular/WhatsApp: 55-3450-0580
gabby@vivirlibre.org
La información contenida en este correo electrónico es confidencial y para uso exclusivo de la(s) persona(s) a quien(es) va dirigida. Esta prohibido difundir la información aqui contenida si la ha recibido por error, y le suplicamos notificar inmediatamente al remitente. El Centro de Educación Emocional y Servicios Psicológicos VivirLibre.org  (CVL) y/o su staff, no garantizan la integridad del presente correo electrónico o archivos adjuntos, ni que el mismo este libre de interferencias o virus, por lo que su lectura, recepción y retransmisión será responsabilidad de quien lo haga.
Todos los datos personales que sean recibidos por  el CVL o cualquiera de sus staffs, serán protegidos en términos de lo que establece nuestro Aviso de Privacidad, el cual, se encuentra disponible en la pagina web
http://www.vivirlibre.org/aviso_privacidad.html, con total apego a lo que indica la Ley Federal de Proteccion de Datos Personales en Posesión de los Particulares.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

HOY TENGO MIS PROPIAS ALAS...

Te voy a enlistar algunas características BÁSICAS de las mujeres que SE AMAN demasiado: 1.       Las mujeres que se aman demasiado ejercen el principio del poder para elegir y son ‘poderosas’ por ello. 2.       Las mujeres que se aman demasiado aprenden que el amor es un principio. De esta forma, aprenden a amarse a ellas mismas, única forma viable de ofrecer amor auténtico y verdadero a otros. Se educan emocionalmente, no sólo a nivel intelectual. 3.       Las mujeres que se aman demasiado son mujeres que no temen a la crítica porque tienen una autoestima alta, lo que genera una gran autoconfianza, es decir creen en ellas mismas y en su capacidad de hacer que las cosas sucedan. 4.       Las mujeres que se aman demasiado no temen el no ser aprobadas por otros por no ser abnegadas y tolerarlo todo, porque se aprueban a ellas mismas. 5.       Las mujeres que se aman demasiado viven basando sus elecciones en principios y en valores basados en ellos. 6.       Las mujeres q

Una relación sana se construye

Para lograr amarnos a nosotras mismas, es necesario conocer más sobre las relaciones vinculares y sobre las diferentes clases de dependencias. Una relación sana se construye. Así sea con otros, o con nosotras mismas. El proceso ideal tiene cuatro  etapas o estadios y empieza cuando nacemos, cuando somos absolutamente dependientes de nuestra madre, y culmina cuando, aproximadamente 25 años después, llegamos a la interdependencia y somos capaces de amarnos, amar al otro y ser amadas en una relación de pareja estable, profunda y duradera. En este camino existen etapas intermedias: la contradependencia, la autodependencia o mal llamada independencia y, al final, la interdependencia. Las vivencias desde nuestra primera infancia son determinantes para nuestras relaciones futuras. Y aunque infancia no sea destino, la forma en la cual dependemos cuando somos adultas, tiene mucho que ver con el tipo de familia en la que nacimos y crecimos. De acuerdo con Erich Fromm, existen

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA VIDA DE LAS PERSONAS QUE SE AMAN DEMASIADO CUARTO PRINCIPIO

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA VIDA DE LAS PERSONAS QUE SE AMAN DEMASIADO  CUARTO PRINCIPIO Las mujeres que se aman demasiado viven basando sus elecciones en principios y en valores basados en ellos. Libro "Las mujeres que SE AMAN demasiado" Escrito por Gabriela Torres de Moroso Bussetti México 2015.